El último acusado por violencia de género en Gijón fue puesto en libertad, con cargos, esta mañana. Pese a que sus amenazas de muerte contra su pareja fueron pronunciadas en privado y en público, ya que su trifulca familiar acabó a voces en la calle y fue presenciada por diversas personas e incluso por agentes de la policía, el hecho de que su pareja no haya formulado denuncia ha pesado en la puesta en libertad de Papagore Ndoye, un exmilitar senegalés con un historial de antecedentes en Asturias por broncas y agresiones.

El episodio de violencia que le llevó al calabozo en el día de ayer ocurrió en la madrugada. El imputado habría agredido supuestamente a su pareja en el domicilio, luego le cerró la puerta y le quitó las llaves para que no escapara, y también la amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones. Cuando la Policía lo detuvo y lo condujo a los calabozos no paraba de repetir que "si lo condenaban" por la supuesta agresión "iba a matar a su pareja".

Así describieron lo sucedido los agentes de la Policía Local de Gijón que detuvieron a Papagore Ndoye, de 42 años y vecino de Pumarín. Su intervención tuvo lugar a las seis menos cuarto de la madrugada de ayer jueves en el cruce de la avenida de Gaspar García Laviana y la calle La Alcarria. El 092 había recibido momentos antes una llamada alertando de que en uno de los patios interiores de la calle Aragón se estaba produciendo una discusión.

La víctima estaba aterrorizada -incluso dijo que había sido amenazada con un cuchillo en el cuello- por lo que su pareja le pudiera hacer, hasta el punto de que indicó tanto a los agentes, como en el centro de salud al que fue trasladada por los mismos, que no podía denunciar al supuesto agresor, ya que temía que la fuese a matar en cuanto saliese del calabozo.